jueves, 10 de enero de 2013

El matrimonio de Arnolfini.

Título: El matrimonio de Arnolfini. 
Estilo: Pintura Flamenca.
Cronología: Década de los años 30. 
Autor: Juan Van Eyck, estaba al servicio de los Borgoña y ejerció como diplomático en varias ocasiones. Van Eyck peregrina a Compostela y cuando abandona la Península Ibérica se establece en Brujas. 
Contexto: A partir de la segunda mitad del siglo XV en las ciudades flamencas se concentra la producción de tejido que por su suavidad y su colorido desplazan a los de las ciudades francesas conquistando los mercados mediterráneos. Cuando éstas decaen, las compañías instalan representantes en Brujas, los cuales se encargan del comercio de telas de Flandes y Brabante.
Clasificación: Óleo sobre tabla, retrato burgués con temática religiosa. 



Características formales: 
Es una representación religiosa realizada con óleo y el tema que trata es un matrimonio recién casado. Gracias a esta técnica, los colores tienen un mayor brillo y se aprecian mejor los detalles. La luz que ilumina a la pareja es natural puesto que lo que ilumina la habitación y sus rostros es la luz del sol. Fijándonos en el espejo que se encuentra detrás de la pareja, podemos observar que no sólo hay una ventana, sino que la luz que ilumina realmente al matrimonio y a la habitación entra por otras dos ventanas. 
En esta obra podemos apreciar dos perspectivas, en la primera vemos al matrimonio y al perro y en la segunda, gracias al espejo, vemos reflejado el resto de la acción. 
Las figuras tienen volumen gracias a los tejidos y con ellos a sus pliegues. Sobre todo, el detalle que hace parecer que la mujer está embarazada es el que marca el volumen de la esposa. 

En esta obra, Juan Van Eyck expresa todo con detallismo, por lo que podemos apreciar pequeñas cosas como son por ejemplo las naranjas situadas junto a la ventana, la lámpara, los dos pares de sandalias que relacionan al matrimonio con el hogar, el perro simboliza la fidelidad entre ambos, y el espejo muestra el resto del contenido de la obra. 











Podemos ver un cierto grado de realismo, sobre todo en los tejidos debido a los pliegues que muestran un modo naturalista. A esto le acompaña el análisis psicológico de los rostros de los personajes, en los que observamos cómo la mirada de la esposa hacia las dos manos agarradas y cómo la mano sobre su tripa muestran una sensación tanto de movimiento como de sentimiento, es decir, hay expresionismo. 



Conclusión: El empeño por el detallismo, es especialmente lo que hace que destaquen las obras de los hermanos Van Eyck. 

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