Título: Santa Sofía de Constantinopla.
Estilo: Arte Bizantino de la primera Edad de Oro.
Cronología: 532-537, aunque la cúpula central se tuvo que rehacer en la década de los años 60 del siglo VI.
Contexto: El Imperio Romano sufre una crisis general en el siglo III y le lleva a una fragmentación del poder político. De esta manera, Diocleciano crea la tetrarquía y el Imperio queda dividido en dos partes en el año 395. Cuando muere Teodosio reparte el imperio entre sus hijos Honorio y Arcadio.
Autor: Justiniano encargó las obras a Antemio de Tralles y a Isidoro de Mileto.
Tipo de edificio: Es una basílica, y es el centro espiritual de todo el imperio.
Características formales:
Tiene una planta basilical formada por un rectángulo de 77 metros por 72 metros y por la rotonda que da como resultado un edificio asentado sobre una cúpula. Este edificio lo enriquecieron con minaretes, cúpula se apoya en cuatro pechinas y está reforzada por 40 nervios. En su concepción especial tiene un gran colosalismo ya que fue la catedral más grande del mundo cristiano. Simboliza el poder y dignidad de su Imperio.
Respecto a su alzado, el material utilizado es la piedra y el ladrillo. Esta basílica está formada por tres naves y dos pisos de arquerías sobre columnas. La decoración destaca principalmente en el interior, y precisamente por esas arquerías y columnas, aunque también por los mosaicos, distintos relieves, y sobre todo por los mármoles de diferentes colores.
Conclusión: Originariamente fue una antigua basílica, más tarde una mezquita y recientemente un museo.
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