El Entierro del Conde de Orgaz.

Título: El Entierro del Conde de Orgaz. 

Estilo: Pertenece al estilo del Greco, del periodo del Renacimiento. 

Cronología: Obra realizada entre 1586 y 1588.

Autor: El autor de dicha pintura es el Greco, que tras conocer a algunos autores como Miguel Ángel, Tiziano o Rafael, se entera gracias a algunos españoles que el Escorial necesita pintores, y por ello, el Greco viene a España. 

Contexto: El Renacimiento español abarca todo el siglo XVI. En España, este siglo alcanza el máximo poder de su monarquía con los Reyes Católicos, Felipe II y Carlos V, consiguiendo así la centralización de poderes en la monarquía, que restaron poder a las ciudades y a la nobleza. Además, el fuerte comercio con América y la llgada de oro enriqueció un gran impulso constructivo. La verdadera llegada fue la de los españoles que viajaron a Italia con el fin de conocer las nuevas técnicas artísticas. De este modo, llegan también algunas obras importantes de Italia. 

Clasificación: El tipo de pintura empleado es la pintura de El Greco.

Características formales: 

Se trata de una representación religiosa, en ella se cuenta el milagro que sucedió en el entierro del noble González Ruiz cuando se aparece San Agustín y San Esteban para depositar el cadáver en la tumba en la iglesia, de la que el noble había sido gran benefactor. Dicha pintura tiene dos partes: el cielo y la tierra, ambos están relacionados a través de un ángel. El mundo celestial representa una deesis y a los lados los apóstoles y ángeles. En el mundo terrenal narra el momento en el que se hacen los oficios.

La técnica empleada es el óleo sobre lienzo. Los colores más sobresalientes son los rojos y amarillos, aunque también destacan los verdes, azules y grises atornasolados, la luz es violentamente contrastada y la perspectiva la podemos apreciar en tres planos. En cuanto a la composición, es complicada y establece claras divisiones entre el cielo y la tierra.

 El autor recurre al escorzo y crea espacios que producen sensación de agobio. Las pinceladas que utiliza son sueltas, aunque poco a poco se van acentuando. Los paños envuelven a los personajes haciendo parecer que flotan alrededor de sus cuerpos. 

Las manos crean una especie de lenguaje que ayuda a expresar tanto como los rostros, enmarcados con gorgueras, bigotes, barba puntiaguda... Las manos son alargadas, acentuando espiritualidad. 

En referencia al análisis psicológico de los personajes podemos apreciar seriedad, gravedad, dignidad y espiritualidad. 

Conclusión: El Greco destaca además por otras obras como son El Expolio, La Trinidad, etc.